jueves, 25 de junio de 2009

Dos rios


Hoy puse rojos mis ojos, las saladas aguas que llevan los ojos a veces son incontenibles y es necesario dejarlas correr, porque en su libertad esta la nuestra.

Y vi que dos pequeños ríos surcaron las laderas de una pequeña montaña, desde los oscuros marrones de sus orígenes se oían los ecos de sus melancolías.

Surcaban y hacían camino, cada uno a un lado de la montaña, y aunque los dos originaban sus cauces en la misma pena, no eran de la misma agua.

Uno llevaba en si el agua de de la tristeza, en su correr no habían peces, ni la vegetación crecía a su camino, este río es el heraldo de la muerte, que a medida avanzaba mataba peces y secaba los verdes pastos que iba encontrando, pues sus aguas son malditas, y no pueden llevar mas que muerte.

El otro río era el agua que vierte la esperanza, el que en sus aguas hay y nace vida, ese que aunque nacido de la pena su cauce llena de satisfacción, y en su recorrido daba vida a aquella vegetación marchita, la que pudo contagiarse de las aguas del otro río, y este sin ser mas caudaloso era mas efectivo.

La pendiente de ambos ríos era la misma, parecía que mas adelante en su camino ambos se juntarían en uno solo, o eso pensaba yo cuando los veía, y entonces vi que a pesar de no tener orillas y hacer camino a voluntad, no se juntaron.

Y veía que aquel río oscuro, el de la tristeza avanzaba mas fuertemente que el otro, y al llegar al final de la pendiente no encontraba final, y caía al vacío, secando sus aguas en su camino, y no había mas muerte después de el.

El otro, el de la esperanza, el que me parecía siempre verde y azul, ese llegaba hasta un semiabierto hoyo, y volvía así a estar dentro de sus orígenes, y el rastro de vida que dejaba era bueno y apacible, me sumergí en esas aguas.

Cuando estos dos ríos se secaron, y las aguas tristes ya no habían, vi como aquellos verdes marchitos y secos de vida que había dejado uno de los ríos volvía a renacer, volvía a la vida.

Entonces comprendí que el río de esperanzas que cayo en aquel hoyo hacia florecer nuevamente todo desde dentro, y la esperanza volvía a la tierra, y sumergido yo en aquellas aguas me sentí tranquilo.

Y llore de nuevo, y encause el río de muerte desde mi ojo derecho hasta el vacío que empieza en mi quijada, y encause el verde río en mi boca, y volví a sentir esperanza.

Soy feliz, y mucho, a pesar de todo...=)

miércoles, 10 de junio de 2009

Cortejo Funebre



Hace unos días murió mi alter ego, el 4 de junio para ser exactos, la sensación que tengo es indescriptible, he perdido a aquel amigo que me ha acompañado durante casi 3 años… carajo, lo que es la vida… porque siempre tenemos que perder lo que mas queremos?... porque lo dejamos ir?

Es media jodida esta sensación, porque siento, inevitablemente, una culpa tremenda por haber terminado abandonando a su muerte a este amigo,… si bien clarito lo escuche cuando entes de despedirnos me dijo – oye, no me jodas… así nomás dejas todo?...después de toda la amistad compartida?... ayúdame pues wevon… no te hagas el loco chiquillo… - me atormenta su imagen pasando sus manos por su cabeza haciendo su cabello para atrás, intentando zafarse solo de ese destino, decepcionado de que yo, su dador de vida, lo haya dejado caer en manos de la muerte…

- Brother, sabes que yo te quería mucho, y que aun una parte de ti sigue viva dentro de mi, perdona por quitarte del mundo que sé tanto te gustaba, perdóname por robarte tu mundo… jamás tuve esa intención…

Es hasta ayer que he reflexionado de lo que ha sucedido, y me he sentido triste, y no me es suficiente decirme, o como me han dicho, que no se debe llorar sobre la leche derramada,… le he dado la última estocada, el tiro de gracia… que jodido tener que hacerlo…

- Te acuerdas cuando nos conocimos?... ambos no sabíamos ni por donde andábamos, y cualquier cosa nos sorprendía… tu eras joven…aunque mas viejo que yo…y mas maduro…viejo, tu me has enseñado mucho de la vida, mucho, tu me has enseñado a madurar…nunca te di las gracias…perdona…

Es mas jodido todavía cuando los amigos de este vienen y me preguntan “porque?, como es posible?, que has hecho?”, cada una de sus palabras es una daga en el alma, como explicarles que no he querido?...como les hago entender que para mi esto es mas jodido que para cualquiera? porque nadie siente como yo esta muerte... pero no entienden… nadie entiende…

- Te acuerdas cuando por cojudo te atreviste a ir a tierras extrañas?...jajaja….y yo te acompañaba… aunque el cojudo era yo… porque, no te lo dije, pero yo fui quien confabule solo para llevarte hasta allá… y te mentía… - ha sido casual, por diosito que no ha sido adrede – te decía, y tu solo reías… porque sabias que después de todo te acompañaría… perdona no consultarte…no decirte la verdad…

Y vienen luego de nuevo los amigos de este y me dicen que le devuelva la vida…que yo lo he jodido… y como en el poema masa ( ese de vallejo) viene uno..y otro..y otro… y me hablan: "¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"… y lloran sobre el cadáver y me hacen sentir como el mas vil y despreciable de los asesinos… carajo, no saben que yo lo quería mas que nadie…

- Y cuando estábamos en aquellas tierras donde nadie nos entendía, ni a nadie entendíamos, te acuerdas?... jajaja…teníamos que andar con traductor para entender… y ahí, cuando no había nadie mas, cuando los amigos estaban lejos, llegaba una alegría y una nueva etapa; habías juntado el dinero para por fin comprar tu taller de herrería, cuanto lo habías añorado, ya andabas bien vestido, y tu alegría era inmensa, grandiosa, querías compartirla con todo el mundo – por fin brother! Por fin Jorge! – me dijiste, y me alegré contigo y reíamos, y nos abrazábamos con palmadas en la espalda… pero no era suficiente,… carajo… que solos estábamos en aquel instante, y se te cayo una lagrima, nunca supe si era de alegría o tristeza, no me atrevía a preguntarte… perdóname por haberte alejado de los que tanto querías… seguro el abrazo de ellos te hubiera gustado mas que el mío…perdona…

Todo el mundo sigue su curso, y los veo andando de brazos con sus alter egos, yo he perdido el mío, y bromeo con algunos de esta muerte, seguro porque es la mejor forma de escapar de la tristeza… pero como es de jodido este sentimiento, como carajo sacarme de la cabeza que esto jamás debió de ser así… como escapo de la culpa de esa muerte?...si yo he sido el asesino…

- Bien sapo eras, no? te gustaba enamorar a las mujeres, pero tu siempre decías que lo hacías por gentileza, a veces no te creía, pero estoy seguro de que era así…porque eras un verdadero caballero; solo me confesaste 3 enamoramientos, te dejaba en tus cosas, aunque debo confesarte que una vez me enamore de la misma chica que tu, pero no te preocupes, luego conocí a la chica de la que estoy templadazo, ella misma me la presento, y te deje con tus cosas… perdóname el no haber dejado que cumplas tu mayor ilusión, tener una familia, siempre me lo decías, y cada vez que hablabas de eso te sonreías y hasta te brillaban los ojos, y me alegraba tanto verte así de animado, brother… por Dios que es eso lo que mas me duele… perdóname hermano…

- “Vamos a llegar lejos, ya veras”, eso me decías siempre cuando nos quedábamos conversando horas de horas, riéndonos de cómo todo el mundo se partía el cerebro por sus espíritus paranoicos y sus fantasías enfermas, aunque teníamos de aquello también nunca fue tan malo… a nadie le hicimos daño…

- Compartíamos sueños, recuerdas?... yo te contaba que me hubiera gustado ser militar, y por esas cosas de la vida nunca lo logre; tu, en cambio, te graduabas pronto de haberte conocido, eras un gran estratega, siempre procediendo como solo los grandes lo hacen… te admiraba mucho… nunca tuve oportunidad de decírtelo…

Ahora ya nadie se acuerda, ya nadie da las gracias, que poco dura la satisfacción de haber hecho algo bueno… su hermana me dijo – “tanto que ha hecho por su patria… y mira ahora…”- le ha tocado la peor de las muertes… y a mi el mas triste de los asesinatos.

- Nadie ha dicho palabras en tu honor en tu entierro, nadie ha honrado tu memoria, nadie ha portado un listón negro en el brazo como se hace con los de tu talla, no ha avanzado tu caballo jalado por un soldado frente a tu ataúd llevándote a tu sepulcro, ningún cura ha bendecido tu partida. No he tenido ni siquiera el valor de asistir a tu entierro… no he tenido los huevos de poder hacer para ti lo que habías querido… un funeral digno del mas grande de los amigos… Perdóname…

Tal vez la única persona que estuvo en tu entierro pueda sentir algo de lo que yo he sentido, es que ella te amaba, pero estoy seguro que ni ella comprende a totalidad lo que implica tu partida…

Hoy, amigo mío, he de decirte que nada volverá a ser lo mismo sin ti, que tu partida deja un vacío muy grande… carajo… como te extraño… porque mierda dejamos ir lo bueno?...porque se nos va lo bueno?....

Solo puedo prometerte algo, estarás siempre presente en mi, y el día que a mi me toque partir, aun te recordare… y si un día puedo escribiré tu historia…


Descansa, amigo…

domingo, 7 de junio de 2009

Aquel sueño de un minuto


Primer segundo:
Hoy, en ese sueño de la tarde que tuvimos juntos, te escuche un instante el insinuar una lejanía ( debes buscar otro sueño, dijiste); y el sol que entraba por mi ventana repentinamente desapareció, el verde de las colinas del horizonte se tornaron como de otoño, lo azulado del lago se puso tristemente de plata, (…) cerré los ojos, me tembló el cuerpo, se me erizo el cabello de la nuca, mis músculos tensados refugiándome del frío se rindieron en su esfuerzo de desechar aquel aire congelado, y simplemente… fallecido; entonces, comprendí, amor mío, que el alma mía no lucha mas sin ti… Sentía que aquel momento, que no espero ni imagino, había llegado; “hoy nos toca morir?” me pregunte; en la mente recorrían aquellas ideas que imagino tiene el sepultado al otro lado del silencio, maldito silencio... De repente, desde dentro salto el impulso, ese que no se resigna a la sola idea, ese que se presenta en el ultimo momento, ese que te dice “vuelve a la vida!, despierta!, lucha!”. Todo aquello sucedió en un segundo… la pesadilla de un segundo;


El resto del minuto:
Al instante reaccionaba y respondía “no quiero otro sueño!, quiero este!, quiero vivir en este!, que es sueño y pesadilla, pero que es vida, y que me entristece y me alegra, que desespera y me fascina, pero, amor mío, acaso no es eso la vida?. No es acaso esta desesperación la que nos demuestra estamos vivos?, no te he dicho que es por ti que cada mañana tengo una sonrisa?, que cada noche extraño tu beso y abrazo, que me desespero de esperar, que el alma impulsa con mas ganas a este mi cuerpo desde que te tengo, que es tu amor el que enciende mis sentidos, que es tu melancolía (bendita melancolía) la que me hace quererte y luchar por calmarla, que quiero nuestras soledades juntas se hagan compañia, que quiero tomar tu mano y dejar el tiempo de lado; No es, mi amor, eso la vida?, sentir… alegrarse… entristecer… anhelar… esperar… soñar… Quiero este sueño contigo!, y si tuviera la oportunidad de tener otros mil sueños utópicos, volvería a escoger este sueño contigo”.

Tu voz de anhelo y melancolía me escuchaba, y sentía que no querías aquella lejanía, y lo aseguraba, porque te espero y se que me esperas, porque te amo…y se que me amas… porque sabes que soy verdadero...Y tu voz en silencio me hablo y me dijo lo que yo esperaba…



Luego despertamos de aquel sueño, nos miramos, sonreímos con besos, fuiste por la loza y a los 15 minutos volvimos a soñar, algo mas calmado…

Me gusta mi vida contigo, mis sueños contigo, porque esos sueños son vida… y nuestra vida es sueños… Y no quiero otra vida, ni quiero otro sueño.

Porque tu amor es vida y no calvario, te amo, te amo.

Fuente: Un sueño con mi novia Claudia.

sábado, 6 de junio de 2009

Un Caballo! Un Caballo!, Mi reino por un Caballo!




Perdiendo un poco el día y ganándole ánimos al tiempo, pensaba en la labor de los equinos en la historia, y es asi que llegue a la conclusion de que siempre al lado de una gran conquistador, guerrero, malvado o bueno, siempre habia un famoso caballo, toda buena historia tiene su caballo.

Recordaba entonces esta vieja frase, "un caballo!, un caballo!, mi reino por un caballo!, frase que se quedara inmortalizada por Shakespeare, en su obra "Richard III", basado en la muerte de aquel rey ingles Ricardo III (1452 - 1485).

La leyenda maomeno dice así:

El rey Ricardo se preparaba para la batalla de su vida. Un ejército conducido por Enrique, conde de Richmond, marchaba contra él. El combate decidiría quién gobernaría Inglaterra.

La mañana de la batalla, Ricardo envió a un palafrenero (cuidador de caballos) a comprobar si su caballo favorito estaba preparado...

- Poned pronto las herraduras - le dijo el palafrenero al herrero - El rey desea cabalgar al frente de sus tropas

- Tendréis que esperar - respondió el herrero - En estos días he herrado a todo el ejército del rey, y ahora debo conseguir más hierro

- No puedo esperar - gritó el palafrenero con impaciencia - Los enemigos del rey avanzan!, y debemos enfrentarlos en el campo. Arregláos con lo que tengáis.

Haciendo caso el herrero no hizo mas que ponerse a trabajar, tomo la única barra de hierro de la que disponía y se puso en lo suyo. Martillo la barra de hierro y formo 4 herraduras, las amoldo a las pata del caballo y luego empezó a clavarlas. Poco después de clavar la tercera herradura, descubrió que no tenía suficientes clavos para la cuarta

- Necesitare un par de clavos más - dijo - y me llevará un tiempo sacarlos de otro lado

- Os he dicho que no podía esperar - dijo el impaciente palafrenero - Ya oigo las trompetas. ¿No podéis apañarte con lo que tienes?

- Puedo poner la herradura, pero no quedará tan firme como las otras

- Aguantará? -preguntó el palafrenero

- Tal vez, pero no puedo asegurároslo

- Pues clavadla! - exclamó el palafrenero - Y deprisa, o el rey Ricardo se enfadará con los dos.

Así llevo el palafrenero el caballo a manos de su majestad para que dispusiera ya hacer frente a su enemigo. Los ejércitos se enfrentaron y el rey Ricardo daba a su enemigo el mas fiero de los combates, alentaba valientemente a sus hombres, cabalgaba de aquí a allá.

- Adelante, adelante! - gritaba, haciendo avanzar a sus tropas contra Enrrique. A lo lejos, del otro lado del campo, vio que algunos de sus hombres retrocedían, si otros los veían, también se retirarían. Ricardo espoleó su caballo y galopó hacia la línea rota, ordenando a sus soldados que regresaran a la batalla.

Estaba en medio del campo cuando el caballo perdió una herradura (ya imaginaron cual? =P). El caballo tropezó y rodó, y Ricardo cayó al suelo, antes que el rey pudiera tomar las riendas, el asustado animal se levantó y echó a correr, Ricardo miró en derredor, vio que sus soldados daban media vuelta y huían, y las tropas de Enrique lo rodeaban, agitó la espada en el aire...

- Un caballo! - gritó - Un caballo! Mi reino por un caballo!... Pero no había ningún caballo para él, su ejército se había desbandado, y sus tropas sólo pensaban en salvarse. Poco después los soldados de Enrique se abalanzaron sobre él, y la batalla terminó terriblemente para el ingles.

Es entonces que desde esos tiempos, la gente dice, y con razón:

Por falta de un clavo se perdió una herradura,
por falta de una herradura, se perdió un caballo,
por falta de un caballo, se perdió una batalla,
por falta de una batalla, se perdió un reino,
y todo por falta de un clavo de herradura.

Uhhhh... y todo por un clavo..jajaja....si es de risa.... pobre ricardito xD.

Moraleja: Siempre que montes a caballo lleva contigo un clavo en el bolsillo...jajaja. No, la moraleja viene siendo, hasta los mas pequeños detalles pueden decidir las suertes mas grandes en nuestras vidas. Aunque para Ricardo jugaron en contra otros factores, que no vienen al caso ahora. La historia detallada de la batalla es un tanto distinta, pero igual me gusta esta versión... =)

Jorge Cary

Aqui copio una traduccion de la obra de Shakespeare, donde Richard pierde a su caballo:

Acto quintoEscena IV (Otra parte del campo)

Toques al arma, incursiones. Entran Norfolk y fuerzas; se le acerca Catesby.

Catesby: ¡Socorro, lor Norfolk, socorro, socorro! El Rey hace más pródigios que un hombre, atreviéndose a enfrentarse con todos los peligros: le han matado el caballo y combate a pie, buscando a Richmond en la garganta de la muerte. ¡Socorro, ilustre señor, o si no, la batalla está perdida!

Toques al arma. Entra el Rey Ricardo.

Ricardo: ¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!

Catesby: Retiraos, señor: os ayudaré a encontrar un caballo.

Ricardo: ¡Villano, he echado la vida a una tirada de dados, y afrontaré el azar de la suerte! Creo que hay seis Richmond en el campo: he matado a cinco en vez de él. ¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo! (Se van)

Tan joven...y tan viejo



Re-publico esta entrada, porque esta tarde, tontamente, borre la entrada original. Como las copias raramente me gustan, resumiré lo que en el anterior dije.

El tiempo sin duda es nuestro peor enemigo, y nuestras vidas vuelan tan deprisa que a veces olvidamos cosas elementales de nuestro vivir, o simplemente olvidamos vivir... sin darnos cuenta somos ya tan viejos aun siendo ( o sintiéndonos) jóvenes...

Repito en poner aquella historia, con respeto al maestro Sabina, con la que dije honraba a lo que había envejecido en estos últimos años...

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Lo primero que quise fue marcharme bien lejos; en el álbum de cromos de la resignación pegábamos los niños que odiaban los espejos, guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.

Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida le pedí que a su antojo dispusiera de mí, ella me dió las llaves de la ciudad prohibida, yo todo lo que tengo, que es nada, se lo dí.

Así crecí volando y volé tan deprisa que hasta mi propia sombra de vista me perdió, para borrar mis huellas destrocé mi camisa, confundí con estrellas las luces de neón.

Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos, sobre el banco de un parque dormí como un lirón; por decir lo que pienso sin pensar lo que digo más de un beso me dieron (y más de un bofetón).

Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna, lo que sé del pecado lo tuve que buscar como un ladrón debajo de la falda de alguna de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.

Así que, de momento, nada de adiós muchachos, me duermo en los entierros de mi generación; cada noche me invento, todavía me emborracho;tan joven y tan viejo, like a rolling stone.