
Perdiendo un poco el día y ganándole ánimos al tiempo, pensaba en la labor de los equinos en la historia, y es asi que llegue a la conclusion de que siempre al lado de una gran conquistador, guerrero, malvado o bueno, siempre habia un famoso caballo, toda buena historia tiene su caballo.
Recordaba entonces esta vieja frase, "un caballo!, un caballo!, mi reino por un caballo!, frase que se quedara inmortalizada por Shakespeare, en su obra "Richard III", basado en la muerte de aquel rey ingles Ricardo III (1452 - 1485).
La leyenda maomeno dice así:
El rey Ricardo se preparaba para la batalla de su vida. Un ejército conducido por Enrique, conde de Richmond, marchaba contra él. El combate decidiría quién gobernaría Inglaterra.
La mañana de la batalla, Ricardo envió a un palafrenero (cuidador de caballos) a comprobar si su caballo favorito estaba preparado...
- Poned pronto las herraduras - le dijo el palafrenero al herrero - El rey desea cabalgar al frente de sus tropas
- Tendréis que esperar - respondió el herrero - En estos días he herrado a todo el ejército del rey, y ahora debo conseguir más hierro
- No puedo esperar - gritó el palafrenero con impaciencia - Los enemigos del rey avanzan!, y debemos enfrentarlos en el campo. Arregláos con lo que tengáis.
Haciendo caso el herrero no hizo mas que ponerse a trabajar, tomo la única barra de hierro de la que disponía y se puso en lo suyo. Martillo la barra de hierro y formo 4 herraduras, las amoldo a las pata del caballo y luego empezó a clavarlas. Poco después de clavar la tercera herradura, descubrió que no tenía suficientes clavos para la cuarta
- Necesitare un par de clavos más - dijo - y me llevará un tiempo sacarlos de otro lado
- Os he dicho que no podía esperar - dijo el impaciente palafrenero - Ya oigo las trompetas. ¿No podéis apañarte con lo que tienes?
- Puedo poner la herradura, pero no quedará tan firme como las otras
- Aguantará? -preguntó el palafrenero
- Tal vez, pero no puedo asegurároslo
- Pues clavadla! - exclamó el palafrenero - Y deprisa, o el rey Ricardo se enfadará con los dos.
Así llevo el palafrenero el caballo a manos de su majestad para que dispusiera ya hacer frente a su enemigo. Los ejércitos se enfrentaron y el rey Ricardo daba a su enemigo el mas fiero de los combates, alentaba valientemente a sus hombres, cabalgaba de aquí a allá.
- Adelante, adelante! - gritaba, haciendo avanzar a sus tropas contra Enrrique. A lo lejos, del otro lado del campo, vio que algunos de sus hombres retrocedían, si otros los veían, también se retirarían. Ricardo espoleó su caballo y galopó hacia la línea rota, ordenando a sus soldados que regresaran a la batalla.
Estaba en medio del campo cuando el caballo perdió una herradura (ya imaginaron cual? =P). El caballo tropezó y rodó, y Ricardo cayó al suelo, antes que el rey pudiera tomar las riendas, el asustado animal se levantó y echó a correr, Ricardo miró en derredor, vio que sus soldados daban media vuelta y huían, y las tropas de Enrique lo rodeaban, agitó la espada en el aire...
- Un caballo! - gritó - Un caballo! Mi reino por un caballo!... Pero no había ningún caballo para él, su ejército se había desbandado, y sus tropas sólo pensaban en salvarse. Poco después los soldados de Enrique se abalanzaron sobre él, y la batalla terminó terriblemente para el ingles.
Es entonces que desde esos tiempos, la gente dice, y con razón:
Por falta de un clavo se perdió una herradura,
por falta de una herradura, se perdió un caballo,
por falta de un caballo, se perdió una batalla,
por falta de una batalla, se perdió un reino,
y todo por falta de un clavo de herradura.
Uhhhh... y todo por un clavo..jajaja....si es de risa.... pobre ricardito xD.
Moraleja: Siempre que montes a caballo lleva contigo un clavo en el bolsillo...jajaja. No, la moraleja viene siendo, hasta los mas pequeños detalles pueden decidir las suertes mas grandes en nuestras vidas. Aunque para Ricardo jugaron en contra otros factores, que no vienen al caso ahora. La historia detallada de la batalla es un tanto distinta, pero igual me gusta esta versión... =)
Jorge Cary
Aqui copio una traduccion de la obra de Shakespeare, donde Richard pierde a su caballo:
Acto quintoEscena IV (Otra parte del campo)
Toques al arma, incursiones. Entran Norfolk y fuerzas; se le acerca Catesby.
Catesby: ¡Socorro, lor Norfolk, socorro, socorro! El Rey hace más pródigios que un hombre, atreviéndose a enfrentarse con todos los peligros: le han matado el caballo y combate a pie, buscando a Richmond en la garganta de la muerte. ¡Socorro, ilustre señor, o si no, la batalla está perdida!
Toques al arma. Entra el Rey Ricardo.
Ricardo: ¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!
Catesby: Retiraos, señor: os ayudaré a encontrar un caballo.
Ricardo: ¡Villano, he echado la vida a una tirada de dados, y afrontaré el azar de la suerte! Creo que hay seis Richmond en el campo: he matado a cinco en vez de él. ¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo! (Se van)

jajajjajaja eso es como los tornillos o el mismo clavo de una controccion lo que he los pequeños osaaa mas grandee ehh!!!
ResponderEliminarbesos me gusto un poco de humr XD